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lunes, 2 de mayo de 2011

Mondo y otras historias / J.M.G Le Clézio



A Jean Marie Gustave Le Clézio ya lo trajeron las mareas a este cuaderno allá por el mes de diciembre, con su novela “El buscador de oro”.

Hoy el mar nos lo trae de nuevo, ese mar que es la esencia de varios de los relatos que configuran su libro “Mondo y otras historias”. La exquisita e imprescindible prosa y la personalísima cosmogonía de Le Clézio nos narran las vivencias de varios niños que desde su intuición más pura y salvaje, no condicionada aún por la cultura y los prejuicios, responden al vínculo primordial con la naturaleza. Mondo se mueve en la marginalidad de las calles y los muelles, Lullaby huye de su vida diaria para encontrarse con el mar necesario –el mismo que buscamos todos los locos del mar-, Jon escala la montaña, Gaspar se encuentra con el desierto…

David nunca ha visto el mar y se escapa para viajar en su busca:

“Corría por el camino, escalaba la pendiente de arena, y el viento soplaba cada vez más fuerte, trayendo el ruido y el olor desconocidos. Luego, llegó a lo alto de la duna y, de repente, lo vio.”…”Estaba ahí, por todas partes, inmenso, brillante con su color azul, profundo, muy cercano, con sus inmensas olas que avanzaban hacia Daniel.”…. “Había pensado tanto en ese instante, se había imaginado tanto el día en que por fin lo vería, de verdad, no como en las fotos o como en el cine sino realmente, el mar entero, a su alrededor, hinchado, con las grandes olas que se precipitan y rompen, las nubes de espuma, la lluvia de salpicaduras en polvo a la luz del sol, y sobre todo, a lo lejos, ese horizonte curvo como un muro delante del cielo”…”Era el mar, su mar, para él solo y sabía que jamás podría irse”




Un magnífico libro para los locos del mar y de todos esos lugares salvajes donde nos sentimos libres

4 comentarios:

The Darkness Joe dijo...

Ya no recuerdo como era no conocer la Mar pero si que puedo evocar toda la alegría que supuso para mí el encontrarla.

Bonita y elegante lectura me la apunto.

Isabel Martínez Rossy dijo...

Para mi ver el mar supuso el inicio de una fascinación que me ha acompañado desde los tres años. Te recomiendo este libro, Darkness, estoy segura de que te gustará

Nautijorge dijo...

Lo mejor de quien descubre el mar, ya con la consciencia funcionando, debe ser la impresión y la sensación que produce encontrarse con una inmensidad viva.
Tomo buena nota del libro. Promete.
Un abrazo.

Isabel Martínez Rossy dijo...

Hola, Nautijorge... creo que a ti también te va a gustar, es un disfrute de libro.
Otro abrazo para ti