Déjame llevarte a un lugar muy especial para mi... es un lugar al que acudo para encontrar paz, calma y esa energía que me inunda y me hace sentir el placer de estar viva con todo lo que es ...
Está aquí cerca, en el sur de Salamanca, en la vertiente de la Sierra de Francia que mira y se abre a Extremadura... Es el Valle del Río Batuecas, un verdadero paraíso...
Parte el camino de un puentecillo junto a la puerta del Monasterio del Santo Desierto de San José, contruido a finales del siglo XVI y que ha sufrido diversos avatares en todos estos siglos: ocupación por distintas órdenes de monjes, abandono, incendios... Ahora vive en él una pequeña comunidad de monjes dedicados a la vida contemplativa.
Caminamos acompañados del rumor del agua...
El sendero bordea la tapia del convento. Caminamos sobre la intrincada y extraña red que han formado las raíces de los árboles...
La flora es increíblemente variada, conviven en el valle especies mediterráneas y atlánticas. Vamos encontrando durillos, alcornoques, madroños, grandes tejos...
...Y castaños centenarios de enorme tronco...
Antiguas canalizaciones y presas abastecen las necesidades del convento y el regadío de sus huertos y configuran rincones que parecen de leyenda...
¿Escuchas el susurro del río, del viento entre los árboles?
... Continuará...
16 comentarios:
Soñamos con viajes a los confines del mundo, cuando a nuestro lado tenemos verdaderos paraísos, como este que nos muestras. Seguro que es un lugar donde encontrarse a uno mismo.
Saludos, Isabel
Lo oigo Isabel, oigo silbar el viento entre los arboles, y siento un placer inmenso pisando esas raices de los arboles.
Un abrazo y espero que no tardemos en dar otro paseo.
Si, Fermín, tienes toda la razón...hay lugares maravillosos que están ahí al lado y donde podemos sentir lo mejor que hay en nosotros, que formamos parte del Universo
Saludos
La foto del tejo la puse pensando en ti, Tejón, que sé que te encantan... seguiremos pronto este paseo. Un abrazo
Vaya, Tejón, mira si pensaba en ti que en vez de tejos puse "tejones" jeje... acabo de corregirlo...
Vaya maravilla de lugar.
Ese camino de raices es para sentirlo.
Cuantos sitios nos estás mostrando para descubrir la belleza de la Naturaleza.GRACIAS.
Un abrazo.
El sur de Salamanca y el norte de Caceres se confunde con el norte del pais,por su verdor.Es una zona que conozco.Pero estos rincones que nos enseñas son espectaculares.La verdad entra la gana de agacharse y beber de ese rio como tantas veces hice en mi tierra cuando salia de marcha por esos montes.
Un abrazo y se agradece ese verdor y el agua del rio para haber si sofoca los calores que nos estan derritiendo.Aunque imagino que para Salamanca estara pegando lo suyo.
quisera perderme en ese bosque... y encontrarme de nuevo... o... desaparecer por siempre bajo el puente en la primera foto... gracias amiga por otro viajesito por tu lado del mundo...
¿Seguro que Salamaca no está en Galicia?... je,je.
¡Es-pectacular!
No en vano las Batuecas son conocidas. Y que verde, para los el NW esto nos parece exclusivo, que equivocados
José Antonio, en Salamanca hay lugares sorprendentes que vale la pena conocer.
Un abrazo
Ni te imaginas el calor que ha hecho hoy -y sigue haciendo- en Salamanca ciudad, José Manuel... me agrada traerte recuerdos de tus andanzas de otros tiempos.
Dash...y dejarse llevar con el fluir del agua...tendremos que aprender.
Nautijorge y Fernando, lo siento,jeje, pero no teneis la exclusiva por esas tierras del norte de verdor y vegetación. La provincia de Salamanca tiene una variedad paisajística enorme: llanuras de cereal, dehesas ganaderas, y las sierras del Sur (alta montaña en Béjar y la de Francia de carácter entre atlántico y mediterráneo)solo nos falta una cosa... el mar...
Preciosa caminata, sí que se ha escuchado. Que tal tu viaje por las tierras italianas??
hay que encontrar caminos que nos llenen de paz, yo estoy en ello.un abrazo
¡Qué recuerdos, Isabel! Has evocado con tus imágenes uno de los lugares más maravillosos que recuerdo. Creo que ya te comenté en otro momento que me impactó muchísimo el paisaje de Las Batuecas, me sorprendió también que según bajas la carretera ningún indicador señalaba el convento, únicamente una flecha pintada en una roca nos indicaba el camino a seguir. Después, un letrero al lado del portero automático, me dejó los ojos como platos: "No hay ningún motivo para que usted visite este lugar. Familiares llamar al *******".
El intento de alzar la vista por encima de la tapia del convento acabó con una brecha en la cabeza de uno de mis compañeros de viaje.
Un pequeño recorrido siguiendo el cauce del río completó un día maravilloso que espero pronto poder volver a repetir, tal vez con una visita a esas cuevas rupestres escondidas entre tan exhuberante vegetación.
Gracias.
No se si habrás visto las entradas de Florencia, Muchacha en la ventana, te aseguro que es una ciudad maravillosa y la he disfrutado mucho...
Quizás la paz está dentro de nosotros y es más fácil encontrarla en lugares como estos.
Un abrazo
Así que saltando tapias, Náufrago, jeje... Bueno, por lo que he visto en el blog de los monjes, ahora las cosas para entrar están menos complicadas. Tienen una hospedería (advierten que no se puede ir en plan turista, pero si en actitud de silencio y respeto, y no es obligatorio asistir a sus celebraciones)y parece ser que admiten mujeres (cosa que antes era imposible)...los tiempos cambian... Quizás en algún momento dedida pasar alli unos días...
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