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lunes, 23 de marzo de 2009

"Los trabajadores del mar" - Víctor Hugo (...y III)

... Continuación...


Voy a dar por terminadas estas entradas sobre los "Trabajadores del mar" con algunas citas de la obra que me apetece compartir contigo. Me han hecho pensar o me han emocionado, o las dos cosas a la vez, que tiene más mérito.
Por cierto, como soy buena, no quiero dejarte sin conocer el final... pero por si te animas a leer el libro, para no "chafártelo", lo cuento en un comentario... tú decides...

“La soledad hace hombres de talento a idiotas”

“La intolerancia de los tolerantes existe lo mismo que la rabia en los moderados”

“Una idea fija es una barrena, cada año se hunde una vuelta. Si se la quiere extirpar, el primer año nos tirará de los cabellos, al segundo, nos desgarrará la piel; al tercero, nos romperá el hueso, y al cuarto, nos arrancará el cerebro”.

“Nuestra pupila dice qué cantidad de hombre hay en nosotros. La humanidad se afirma con la luz que hay bajo nuestras cejas. Las pequeñas conciencias guiñan el ojo, las grandes despiden relámpagos. Si nada brilla bajo los párpados es que nada piensa el cerebro, es que nada quiere el corazón. El que quiere, desea, y el que desea alumbra y resplandece. La resolución pone fuego a la mirada, un fuego admirable que se compone de la combustión de los pensamientos tímidos”.

“De la caída nace la ascensión”

“La negativa del alma al desfallecimiento del cuerpo tiene una fuerza inmensa”.

“Lo prohibido es un abismo y todo abismo atrae”

“¿Dónde empieza el destino? ¿Dónde termina la naturaleza? ¿Qué diferencia existe entre un acontecimiento y una estación, entre una pesadumbre y una lluvia, entre una virtud y una estrella?"

3 comentarios:

Isabel Martínez Rossy dijo...

Vaya, te ha podido la curiosidad ¿eh?. Pues allá vamos.
Gilliat consigue su objetivo tras un esfuerzo titánico. Cuando regresa con la máquina de vapor del barco esncallado descubre que Deruchette y un pastor anglicano se han enamorado y deben partir juntos inmediatamente.
Gilliat renuncia a reclamar el cumplimiento de la promesa que ella había hecho y ayuda a la pareja en sus planes de boda urgente, incluso falsificando la autorización del tío de la muchacha.
Gilliat se queda sentado en una roca, mirando partir el barco que se lleva a Deruchette, dejando que la marea ascienda hasta cubrirle.
Trágico final...el hombre cuya voluntad llevó a cabo una empresa casi imposible, no resiste la pérdida del amor y se entrega al mar...
Como ves el planteamiento es realmente propio del "romanticismo". Sin duda me quedo con la parte central del libro, Gilliat sobreviviendo, luchando por recuperar la máquina, enfrentándose a la tempestad, al hambre, a la soledad...

dash deringer dijo...

Esta historia si es muy triste - y se me hace muy conocida... como si es la formula que muchos escritores usan en otros libros o en peliculas. Si yo erra Gilliat que... no creo que les ayudo a Deruchette y el otro... no, no, no...
tambien me hace recordar el libro "El amor en los tiempos del colera" de Garcia Marquez - sera la formula...

Isabel Martínez Rossy dijo...

Hola, Dash, ¿ves como sí iba a contar el final?...era cuestión de esperar un poquito...