Cerca de Luarca, entre Cabo Vidio y Cabo Busto, asentado en la rasa costera que cae al mar en acantilados, Cadavéu fue en otros tiempos puerto ballenero.
Esta pequeña parroquia del Concejo de Valdés fue transformando con los años su carácter agrícola y ganadero y convirtiéndose en lugar de veraneo. Pero de veraneo de los de "verdad", de aquellos que hacía la gente "acomodada" de primeros del siglo pasado, trasladándose toda la familia a la casona de la costa, servicio incluído por supuesto, y que se alargaba toda la estación en baños de mar, siestas, meriendas, tertulias y paseos.
En Cadavéu aún se respira ese aire tranquilo y perezoso. Conserva labores agrícolas y construcciones tradicionales junto a esas bellas casonas de lo que se llamó estilo "indiano" (por ser las que se hacían construir aquellos emigrantes de finales del XVIII y principios del XX que regresaban enriquecidos de las Américas) y otras de nueva construcción que han sabido mantener los elementos constructivos tradicionales.
El camino que lleva a la playa (una de las más bonitas de Asturias) desciende a través de un bosque de robles y castaños alfombrado del verde intenso de los helechos.
En una campa, al borde mismo de un acantilado de impresionante panorámica , la ermita de La Regalina es una referencia visual, como un faro, y escenario de una curiosa romería de antiguas tradiciones.
... Continuará...
4 comentarios:
Ya estoy esperando la continuacion.
Que casualidad que acabo de hacer yo una entrada de otro "pueblin" asturiano,un poco más grande.
Un saludo
Pues ahorita mismo me paso a verlo...quizás el verano nos está llevando por los mismos pagos. Siempre es una delicia un paseíto por el norte (¡qué te voy a decir a ti que vives en esa preciosa Cantabria!). Un saludo, Tejón.
Ciertamente ademas de hermoso es un lugar muy tranquilo y para despreocuparse y olvidarse del ajetreo cotidiano. Hace unos días llegó por ahí un amigo que disentía de ti. La idea había sido de su esposa. Me telefoneaba mientras paseaba y se desahogaba diciendo "aquí solo hay hierba y nada que hacer". Era el primer día. Veremos que dice cuando vuelva.
Hola, Anónimo. Pues ya ves, me parece triste que alguien, en un lugar como éste, no sepa disfrutar de lo que tiene delante de los ojos y se dedique a lamentarse por el móvil, en vez de tirarlo al mar ¿no crees? Espero que, al final, cambiase de idea... Gracias por pasarte por aquí
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