En la arena y las olas de esta playa vuelvo a encontrarme con aquella pequeñaja rubita que hace tanto tiempo sintió por primera vez la fascinación del mar....
Los años transcurrieron y la mujer que llegó a ser mira el mismo mar y vuelve a sentir aquella magia de olas que juegan a llegar hasta sus pies, de ese gran azul líquido, sonoro, espumeante....
... la arena dorada reconoce sus huellas...
... y desearía convertirse en gaviota para quedarse siempre junto al mar...
11 comentarios:
Maravillosas entregas del mar, hermosas emociones!!
Un abrazo!
Gracias por tus palabras, Penélope. Maravilloso también es compartirlas.
Un abrazo
Vaya recuerdos que me trae esa playa Isabel, estuve viviendo medio año en Cádiz, disfruté muchísimo. Hace muchos años que no vuelvo, tendré que buscar el momento. Un abrazo.
Siempre es un placer regresar a esas tierras gaditanas, Marce... Ojalá puedas volver y revivir aquellos tiempos.
Un abrazo
A mi también me gustaría volver.
Precioso, Isabel, un abrazo.
Acabo de estar de nuevo por allí y hay que reconocer que el mar, en Cádiz, tiene una luz especial...
Abrazos!
Acabo de estar de nuevo por allí y hay que reconocer que el mar, en Cádiz, tiene una luz especial...
Abrazos!
Tienes razón, Nautijorge. Espero que hayas disfrutado!!!
Un abrazo
Tienes razón, Nautijorge. Espero que hayas disfrutado!!!
Un abrazo
No es coña... es que se duplican los comentarios ;)
Curioso. Creía que había hecho algo mal... :-)pero veo que son cosas del duende de la informática...Je,je.
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