Voy a finalizar este itinerario de mis andanzas y añoranzas veraniegas por tierras astures enseñándote otros lugares que creo te van a gustar...
Seguimos cerca de Ribadesella. A pocos kilómetros hacia el oeste se encuentra la Playa de Vega, declarada Monumento Natural, y vas a entender por qué.
La carretera atraviesa un lugar mágico, el Desfiladero de Entrepeñes, impresionantes roquedos habitados sin duda por esas ninfas guapinas que por estas tierras llaman "xanes".
Antes de llegar a la playa encontramos un importante complejo dunar con su fascinante vegetación xerófila.
Y ante nuestros ojos la playa se abre en toda su extensión arenosa de casi dos kilómetros. El límite oriental lo conforma este acantilado en el que sus estratos perfilan perfectamente el plegamiento.
Junto al acantilado, esta zona rocosa batida por las olas...
Hacia el Oeste la playa se abre en toda su amplitud al mar.
Abandonamos los contornos de Ribasedesella para dirigirnos a Llanes. Poco antes de llegar tenemos una magnífica vista de la Playa de San Antolín. Amplia también y también abierta al mar, su oleaje permite a los "surferos" coger buenas olas.
Llanes es un lugar con muchos motivos para visitarlo: el encanto de las calles y casas nobles, buenos sitios para comer y tomarse una sidrina, tiendas, una costa maravillosa con acantilados impresionantes y preciosas playas...
Pero lo que quiero enseñarte hoy en su puerto. La bocana es estrecha y el puerto se va alargando, colándose en la villa....
...convirtiéndose en una calle más del entramado urbano ...
...participando de la vida cotidiana de la gente ...
...llegando al mismo corazón de Llanes...
Bueno, este ir y venir entre Ribadesella y Llanes y sus aledaños llega a su fin. Espero que lo hayas disfrutado como yo lo he hecho de tu compañía. Aún me queda algún otro buen recuerdo del verano para compartir contigo... será otro día.
10 comentarios:
Descubrir, a trabes de tu mirada, estos paisajes asturianos, tan cerca y tan lejos a la vez es un placer. Gracias por compartirlos.
Vamos a ver,un asturiano bebe sidra,no va tomar una sidrina.Pasaste cerca de Guipuyuri,en la playa de San Antolin a la mano izquierda de la playa,a un par de kilometros mas o menos.Esa zona es de las mas bonitas de Asturias,aunque yo como asturiano mi tierra me encanta toda y el resto de España tambien.En plan turismo soy muy nacionalista,prefiero España.
Un saludo
No me quisiera equivocar pero me parece que en la playa de la Vega hay huellas de dinosaurios.Alli sobre Febrero es la epoca del oricio,y se coje por sacos.Ademas salen muy buenos pulpos cuando la marea baja.
Otro saludo
Buen lugar para visitar y empaparse de su esencia.
Playas infinitas y poca gente, todo un lujo.
Un saludo.
Pues ya sabes, Fermín, cuando vuelvas a tu preciosa tierra cántabra tendrás lugares por conocer allí al lado. Me alegra mucho descubrirselos a gente como tu que se que va a disfrutarlos.
Bueno, José Manuel, será que "tomar una sidrina" sólo lo hacemos los "forasteros",jeje...Como dices la curiosa playa de Gulpiyuri está al lado de la de San Antolín. La conozco, pero esta vez no estuve en ella y no tengo fotos.
Quizás si haya huellas de dinosaurios en playa de Vega, en toda esa zona son muy abundantes.
Muchas gracias por tus comentarios y datos interesantes.
Un auténtico lujo, José Antonio. Playas extensas o pequeñas calas, arenas doradas y finas, aguas transparentes, bosques que llegan al mar, un chubasco de vez en cuando... y si ¡poca gente!...el paraiso...
Un enlace del MMB me trajo hasta aquí. Me gusta mucho tu sitio, las fotos de esta última entrada son preciosas. Muy bien.
Gracias por tu comentario, Mera y bienvenido...He pasado por tu blog y veo que has sido farero. Yo me presenté a una de las últimas convocatorias, pero no aprobé... un día de estos contaré mi "frustración" desde este Cuaderno. Te haré una visita con más calma pues me ha encantado tu forma de narrar y tu sentido del humor. Nos vemos
También yo tuve hace algunos años el privilegio de caminar por estos rincones que compartes aqui y el recuerdo me ha llenado de lo bueno que allí quedó.
Gracias por ello Isabel.
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